Un conocido bar de Ciudad Juárez, Chihuahua, negó el acceso a una mujer indígena del pueblo rarámuri (tarahumara) bajo el pretexto de que “por seguridad de ella no la podemos ingresar porque trae huaraches, por si cae algo o tiene algún accidente.
Los hechos se registraron en el bar Kentucky, donde la indígena Rosalinda Guadalajara fue invitada a comer por funcionarios de Sedesol.
Rosalinda, quien también es gobernadora tradicional y activista por los derechos de los pueblos indígenas, compartió su experiencia en un video difundido en redes sociales, relatando la situación ocurrida el pasado 25 de noviembre.
“Bienvenidos al mundo de los rarámuris: eso es lo que enfrentamos todos los días”, manifestó la gobernadora indígena.
En su relato, Rosalinda narra cómo llegó al bar Kentucky en compañía de algunos empleados de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), pero al disponerse a entrar los guardias de seguridad del establecimiento le impidieron el paso argumentando en primera instancia que el lugar estaba “reservado”.
Los trabajadores de la dependencia solicitaron hablar con el gerente del lugar, por lo que personal administrativo del Kentucky salió para explicar “la verdadera razón” por la que Rosalinda no podía ingresar: llevaba huaraches y querían evitar que sufriera algún accidente. Y mientras decían eso, miraban fijamente su vestimenta.
Luego de difundirse la historia de Rosalinda el bar fue “suspendido” por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) pero el establecimiento ya opera con regularidad y se informó que sólo recibió una sanción administrativa y una llamada de atención.
“Los mexicanos nos quejamos de (Donald) Trump y aquí no nos hemos puesto a analizar si hay discriminación o no. Con esto, ahora todo el mundo se da cuenta que sí, que hasta entre mexicanos mismos nos discriminamos”, precisó la indígena.
