Luego de diez meses de su asesinato, finalmente fue reconocida la niña encontrada sin vida el pasado 18 de marzo en las inmediaciones del bordo de Xochiaca, en Netzahualcóyotl, Estado de México.
Al no contar con ningún tipo de identificación, la niña fue bautizada como "calcetitas rojas", pues cuando su cuerpo fue encontrado sólo vestía estas prendas y una sudadera verde, además de presentar múltiples golpes, tener una cobija colocada en la cabeza y unas botas negras a su lado.
Finalmente en diciembre pasado se logró la identificación de la niña, por lo que sus familiares exigieron a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México que les reconozca personalidad jurídica para dar seguimiento a la indagatoria de su muerte.
Además de ser identificada, se pudo localizar a su madre y su padrastro, Yadira y Pablo, quienes fueron detenidos, mientras que sus tías Marina y Luz María, exigieron justicia para la niña, identificada como "Lupita", de 4 años de edad.
Marina y Luz María relataron que Lupita nació el 16 de enero de 2013 con ayuda de una partera y nunca fue registrada; también precisaron que su madre y su padrastro eran adictos a los enervantes y se dedicaban a robar.
Fue gracias a la activista Frida Guerrero, que dio seguimiento al caso de "calcetitas rojas", que fue posible identificar a la niña y dar con sus familiares, siendo Marina quien se comunicó con Frida el pasado 25 de noviembre.
Más tarde, el 14 de diciembre, otra persona se comunicó con la activista y al día siguiente le envío una fotografía y un video de la niña; en la grabación portaba las pequeñas botas negras que fueron dejadas junto a su cadáver.
Luego de que toda la información llegara a manos de la Fiscalía General del Estado de México, finalmente el 20 de diciembre las autoridades aprehendieron a Yadira y Pablo, siendo ingresados al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Netzahualcóyotl acusados de feminicidio.
Sobre los hechos se sabe que el 17 de marzo del año pasado la madre de Pablo acudió al DIF municipal para denunciar los abusos de los que era víctima la menor a manos de su madre y su padrastro, pero las autoridades no reaccionaron ante la queja ni vincularon esos datos a la aparición del cadáver el día siguiente.
Fue luego de que el caso llegara a manos de la activista Frida Guerrero que finalmente, meses después la niña fue identificada y se determinó que había sido asesinada a golpes y mostraba signos de abuso sexual.