Así vivió Aranza la muerte de Yaretzi en el Metro
Redacción/Vale por México
Yaretzi Adriana y Aranza viajaban juntas en el vagón N.0469, con dirección a Universidad en la Línea 3 del Metro de la Ciudad de México, el cual fue impactado por otro tren y donde murió Yaretzi.
Ese sábado, las estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Yaretzi de Artes Plásticas y Aranza de Desarrollo y Gestión Intercultural, se dirigían a una clase muestra de artes visuales.
Iban tarde, por lo que subieron a las 9:00 horas al tren que las llevaría a la estación Hidalgo para luego transbordar a la Línea 2 hasta Portales y llegar a la calle Cascada 144 en la colonia Banjidal. Desde que subieron el tren frenó con fuerza y de imprevisto hasta Potrero.
Tras producirse el accidente, Aranza narra que buscó a Adri, en medio de una nube de polvo, gritos y chispas. "Escuché gritar a Adri, pero se fue la luz. El Metro iba chocando, se iba sacudiendo muy feo. Todos los demás también estaban gritando y yo estaba llamando a Adri".
"Yo siento que mi cuerpo rebotó por todos lados y sí, cuando me pude parar sentí que había sido un milagro", Aranza terminó a la mitad del vagón. Intenté buscar a mi amiga, intenté tocar los brazos de las personas que estaban ahí. Pensé que todas las personas ahí estábamos vivas, pero cuando vi, ella era la única persona que estaba muerta en ese vagón", relató la joven.
Aranza lloraba y fue abrazada por otras personas mientras les decía que su amiga estaba muerta. Por minutos, los heridos y pasajeros alumbraron el tren con la lámpara de sus celulares hasta que personal del Metro comenzó la evacuación.
"Le pedí a otra persona que me pasara el anillo de Adri. Me sentía muy mal porque tendría que estar alejada de mi amiga. No quería que el cuerpo de mi amiga se quedara ahí", menciona.
Aranza fue obligada a evacuar el lugar, intentó regresar por Adri. "Mi amiga está muerta", repitió varias veces a las personas que estaban auxiliando a otros. "Nadie me creía. Me decían: "A lo mejor se desmayó", dijo.
Posteriormente una psicóloga que atendió a Aranza, le confirmó que lamentablemente su amiga sí había fallecido en el accidente.
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